9 Deseos
No deseo lo que me apasiona, lo
que me apasiona lo hago. Si tengo un deseo es por ausencia de pasión, falta de
vocación. Todo deseo es un descuido de sí mismo.
Cuando no sabes quién eres, pero
sabes que algo eres, será muy fácil que un deseo te absorba. Ese paliativo, no
sucedáneo, dará la idea de estar vivo y la vida parecerá tener sentido.
Desear es frenar la espontaneidad. La flor no desea
dar su fragancia, simplemente la da.
Todos los deseos tienen su origen
en la sensualidad y el vacío. Ningún deseo tiene contenido.
Todo deseo intenta llenar un vacío y provocar algún
placer.
Detrás de todo deseo está el deseo de ser.
Se desea por Ignorancia, 44, ausencia
de conocimiento. Vivir satisfaciendo deseos se llama Ignorancia.
El deseo surge por falta de
creatividad, por la incapacidad de inventarse un ser.
Deseos de toda clase: nombre,
fama, salud, éxito, posición, honores, etc. Deseos nobles o innobles. Desear es también rechazar.
Desear es desear, tanto si se quiere ayudar como hacer
daño.
A veces el único deseo son las ganas de seguir vivo.
Es una acción placentera del ego,
no de la esencia. Es una compensación…
Con los deseos compensamos emociones negativas.
Es el premio que se da el
sobreviviente por seguir vivo, no demuestra ganas de vivir.
Todo deseo esconde algo, una necesidad.
El deseo da un placer efímero,
genera aburrimiento e insatisfacción una vez obtenido. “El placer conduce al
deseo y al apego emocional.”
El goce del deseo es transitorio,
pasajero y termina encadenando.
Según estudios, aquellos que han
ganado el premio mayor y acumulado de un sorteo millonario… A los seis meses ya
han vuelto al estado anterior, sean ricos o nuevamente pobres.
¿Deseo y felicidad? Aunque en la
vida todo esté relacionado, entre estas dos experiencias se juntan en el final
del infinito. No hay felicidad que no provenga de un acto de entrega.
El deseo es masturbatorio, un
paliativo de felicidad.
Pero sin deseo no hay creación.
Ojo, sin deseo no hay creación.
Pero los deseos no crean nada ni provocan ningún cambio, sólo nos hacen soñar
con lo que necesitamos.
El deseo promueve la economía de la ansiedad, impide
el tiempo libre, no crea cultura.
La economía del ansia vive de los consumidores de
deseos, aleja de la realidad, trivializa y desvirtúa lo que toca. Es un vicio.
La violencia del presente es
la violencia del deseo. Es el mito de la felicidad al alcance de todos. Nadie
se puede resistir a eso.
Somos adictos al deseo.
Al satisfacer un deseo
creemos habernos alejado del dolor. El deseo nace de un dolor, cuando lo
cumplimos nos encontramos con el dolor del cual huíamos.
El deseo es la causa del
sufrimiento.
El deseo crea
insatisfacción, es un infierno, un pantano.
Ningún deseo deja
satisfecho. Lo que no se llena… ni siquiera hay que intentarlo.
No sigas una meta. Toda meta
es una neurosis.
Hoy, hasta la espiritualidad
es un deseo. Algunos viven deseando la iluminación. Desean la iluminación los
que se olvidaron del prójimo.
No hay deseos espirituales, sólo deseos materiales.
Todo deseo es de baja vibración. Lo habitan los magos
negros, los hechiceros.
Se desea lo que no se tiene. Se desea lo que no es de
uno. Nunca seremos dueño de lo que deseamos.
Detrás de todo deseo hay una escases. Si deseo abundancia,
soy pobre; si deseo belleza, vivo en la fealdad; si deseo a Dios o al cielo,
vivo en el infierno. Deseo porque no me gusta lo que tengo. Si buscas la
salvación, estás ahogado.
El deseo es una falta de capacidad de gozar con uno
mismo.
Detrás de todo deseo hay una ignorancia y una
insatisfacción.
Tener un deseo implica una pobreza. Satisfacerlo,
retroalimentar esa pobreza.
El deseo esconde un dolor, cuando se satisface el
deseo despierta el dolor anestesiado.
Mientras menos lo desees y más lo necesites, antes lo
tendrás.
Desear quita mucha energía. Es como año nuevo, lleno
de propósitos y sin ninguna actividad. El mundo virtual es un monumento a los
deseos, soñamos con lo que nunca tendremos y con lo que renunciamos a tener.
Sin deseos la energía no desaparece. Esa energía se
pone a disposición del ser. Por eso el ser es, cuando no tienes deseos.
Un deseo se puede transformar en otro, el deseo sexual
se puede transformar en deseo de riquezas.
La idea de ayudar es un deseo. El deseo de ayudar es
una maldad, es el deseo disfrazado de amor. Un deseo jamás será amoroso.
El deseo de ayudar es la necesidad de sacar provecho de
algo bien visto.
El deseo de ayudar es egolatría, deseo ser más que el
otro. Desean ayudar los que viven en la oscuridad y la soledad
El maestro no desea, simplemente hace.
Ayudo para el otro me necesite, desde el jefe al
subalterno.
Lo contrario de deseo es ese algo que es inmotivado.
Si no hay deseo no hay carencia.
El deseo es hambre de algo. Oralidad, hambre de amor.
Madurar, ser menos orales, tener menos deseos.
Que tu único alimento sea el hambre de ser.
Detrás de todo deseo hay un tentador
Deseo: Querer más de lo
mismo.
44 Ignorancia
Estamos
en el 5º chakra, el del conocimiento. Sólo desde el conocimiento podemos saber
de la ignorancia, antes es imposible. En la sabiduría se descubre la
ignorancia.
La
ignorancia del 5º chakra no es la ignorancia de los primeros chakras que se
resuelve adquiriendo conocimientos con la ayuda de algún sistema nemotécnico.
La ignorancia del 5º chakra es la falta de conciencia, el conocimiento mecánico
no necesita conciencia.
La
ignorancia es la soberbia del saber, lo ilusorio del conocimiento. Es la
aparente sabiduría que duele cuando se descubre su barbarie.
La
ignorancia es el ego mental funcionando en toda su magnitud, no es falta de
conocimientos, son deseos de saber, no amor por la sabiduría.
Ignorancia
es vivir en la creencia producida por la ansiedad de saber.
Tenemos
que retroceder al 1º chakra para saber
por qué existimos. Despertar es salir de la hipnosis.
La
ignorancia es la idolatría del animal racional a su instinto favorito: la
razón, el deseo de saber me hizo perder las facultades racionales.
Los
conceptos prestados, saberes robados, erudición sin sentido lo convirtieron en
un crédulo. Elevó la superstición a la categoría de cátedra.
Ignorancia,
un estado que impide apreciar la auténtica realidad por desconocimiento de la
naturaleza humana.
Conocimiento
es la comprensión de la realidad y del papel que cada uno de nosotros juega en
ella.
Ignorancia
es aceptar como única verdad y realidad lo que está escrito, lo que está
aceptado por otros, mi modo conveniente. La verdad no es la de mi maestro.
La
atadura que nos mantiene ignorantes es la identidad con algún deseo sensorial,
emocional. Por esto debemos volver al primer chakra para averiguar cuál es el
deseo que nos impide el conocimiento acertado.
La
ignorancia no es un drama, es una tragedia. La miseria de la humanidad es
resultado de la ignorancia. La ignorancia nos ata al sufrimiento.
El
ignorante confunde conocimiento con información, cultura con noticia. Confunde
transitorio con permanente, impuro con puro, dolor con placer, sí con no, pitos
con flautas.
El
verdadero conocimiento es la comprensión de la realidad, sin juicios de valor;
es no amarrarse a lo percibido por los sentidos. Lo que cambia no puede ser
verdadero ni real. Ignorancia es creer que esto es la única realidad.
La
realidad es un reflejo de nuestro propio ser. Cada mente lo percibe a su modo,
según su vibración, según su historia.
Si
cada cual se limita a seguir su sonido interior, el sonido de su propio ser, no
será víctima de la mente.
El
sonido interior es lo que nos salva del Plano Sensual.
Ignorancia,
más que engaño es desilusión. La unidad original era un concepto sin
experimentar.
“Supimos”
de la unidad fundamental de todo, pero vimos la realidad como si de un sujeto, “yo”,
se rodeara de objetos y de los “otros”. No experimentamos los saberes, los
repetimos de alguien que nos convenció. Lo holístico y omniabarcante fue un
mecanismo de defensa.
Ignorante,
es el que sabe lo correcto sin practicar ese conocimiento.
Tal
como un espejo se ennegrece con el polvo, a nosotros nos ensombrece la
ignorancia. La mente, los sentidos, egoísmos, intelecto y cuerpo son productos
de ignorancia. Si la causa se destruye, los efectos se destruyen por si solos.
En
la oscuridad una soga puede parecer una serpiente, una sombra puede parecer un
fantasma, así como se pueden ver ciudades en las nubes, espejismos en el
desierto, como el cielo se ve azul…
Somos
una joya cubierta de barro.
Este
universo de formas y nombres tiene su origen en la ignorancia. Se disuelve
cuando se conoce al ser.
Ignorancia
es creer que esto es la única realidad.
Si
el jugador se limita a seguir su sonido interior, el sonido de su propio ser,
no será víctima de la mente.
La
mente es un tigre en la selva e los deseos, rodeado de presas. La mente es
ignorante.
El
sonido interior es lo que nos salva del Plano Sensual.
La
hipnosis es la enfermedad del hombre y la des-hipnosis será el camino.
Hipnosis:
quedar atrapado en algo sin conocer la causa de ello, tener justificaciones
pero no razones, no lo sabes, eso es ignorancia; quizá te falte valor para
saber.
Desde
luego, es natural. Nadie te ha hipnotizado, la naturaleza te ha hipnotizado.
Este poder de la naturaleza para hipnotizarte es lo que los hindúes denominan maya,
el poder de lo ilusorio. Estás bajo una ilusión, bajo una gran alucinación.
Vives como un sonámbulo; continúas haciendo cosas profundamente dormido, sin
saber por qué. Y todas las razones que argumentas son simplemente
justificaciones; no son auténticas razones.
La
naturaleza es el mayor hipnotizador que existe, te sugestiona.
Tu
cuerpo procede de la naturaleza; TÚ vienes de alguna otra parte. Esa otra
parte, si quieres, la puedes llamar Dios. Eres
el punto de encuentro entre la consciencia y la inconsciencia del cuerpo.
Pero el cuerpo es muy, muy poderoso y a menos que hagas algo permanecerás
prisionero bajo su poder.
La
ignorancia es un tronco con múltiples ramas, de la ignorancia de desprenden el
ego, el orgullo, el apego al placer, la repugnancia al dolor, y el miedo a la
muerte.
Estos
tormentos afectan a los tres cuerpos o centros.
Al
cuerpo mental lo afligen la ignorancia y el egoísmo.
Al
cuerpo emocional lo afligen el apego y el odio.
Al
cuerpo físico el miedo a la muerte.
44 Ignorancia.
¿El pecado original de un chakra alto? ¿El maya del 5º chakra? ¿La torre de
Babel del 5º chakra?
Detrás
de toda meta o propósito hay un ignorante que no sabe para qué existe.
La
ignorancia da el primer paso para transformarse en sabiduría cuando descubre
que sus saberes son un espejismo.